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lunes, 2 de mayo de 2011

ELENA BUGEDO EN EL TEATRO CASA DE VACAS DEL RETIRO, EN MADRID. Un bellísimo espectáculo con nombre de mujer.

Anoche cantó ELENA BUGEDO en el Teatro Casa de Vacas del Retiro, en Madrid...; se rifaba un "beso", y hora y media de belleza y de felicidad; y a mi, como jugaba un montón de papeletas –tenía muchísimas ganas de escucharla– me tocó..., ¡vaya que si me tocó!... Elena volvió a dejarme "calentito el corazón". 

Elena Bugedo en el Teatro Casa de Vacas, de Madrid.
(Fotografía: Laura Rebollo)

El concierto, o mejor decir el "espectáculo", que Elena Bugedo nos ofreció anoche en Madrid, fue un derroche, por supuesto, de "bien cantar" –su voz cada vez es más prodigiosa–; pero a la vez supuso también un derroche musical de imaginación, de energía vital, de alegría contagiosa, de lucha y de superación por lo que se ama...; y a fin de cuentas de "buena y digna canción de autor"... 

Elena Bugedo en este momento, con su trabajo, le está dando a la "canción de autor" una renovada dimensión; le está dando altos vuelos de belleza y de calidad; la está liberando del oscurantismo al que muchos quieren someterla; esta demostrando que la "canción de autor" puede ser seria y tremendamente crítica, y, a la vez, tierna, alegre, esperanzadora, desenfadada y divertida; la está liberando de todo tipo de "topicazos" y de encasillamientos rancios..., y en fin, hay que decirlo, la está dignificando.

Elena Bugedo en el Teatro Casa de Vacas, de Madrid.
(Fotografía: Laura Rebollo)

El secreto de ese bien hacer y de esa dignificación de la "canción de autor" reside en tres principios que Elena Bugedo practica y tiene muy claros; anoche en la Casa de Vacas pudimos comprobarlo:

Este árbol tan modernista
presenció y gozó del espectáculo
El primero de esos principios ella misma lo expresa diciendo: «En tiempos de crisis hay que darle suelta a la imaginación»... Lo dice y lo practica, porque desde el primer momento en que sale al escenario se produce un estallido de la imaginación...

Imaginación en su presencia –linda, ¡muy linda!–...; imaginación en los textos de sus canciones –con guiños a "Ojos verdes" o a "La violetera"–...;  imaginación en el toque de color que le gusta darle a su escenografia –en esta ocasión un árbol modernísimo repleto de flores–...; imaginación en sus recursos sonoros y orquestales: guitarra –¡que bien toca la guitarra!– cascabeles, megáfono, silófono, un viejo teléfono de la abuela..., a lo que hay que añadir sus propios recursos corporales que llenan el escenario de coros, trompetas y violines invisibles...; en fin, ya lo decía al principio: todo un brillante espectáculo.

El segundo principio practicado por Elena Bugedo que contribuye a su "buen hacer" como creadora también lo expresa ella misma con claridad: «A pesar de todo quiero seguir soñando y tener esperanza»... Y se nota, ¡claro que se nota!; sus nuevas canciones son optimistas, apasionadas, vitales, esperanzadoras...; su "estar" en el escenario tiene un irresistible atractivo –contagia ganas de vivir–...; y aunque actualmente es difícil hacer un nuevo disco, porque no hay dinero ni discográfica que quiera arriesgar en serio por la calidad, ella ya lo tiene pensado y más que pensado...; tal vez se titule «En el jardín de atrás»..., jardín íntimo al que tengo muchas ganas de ser invitado.

Laura Rebollo –preciosa fotógrafa que ama la música– y Elena Bugedo.

Y el tercer principio que Elena Bugeda tiene bien claro es el de ir consiguiendo, día a día, canción a canción, concierto a concierto, una cada vez más creciente madurez; madurez que nada tiene que ver con el envejecimiento, sino todo lo contrario, madurez que acrecienta el atractivo –y Elena cada día está más atractiva–... Ella comenta, en broma, que va a pegar un cartel en su guitarra que diga: «Estoy madurando, perdonen por las molestias».

En fin, y concluyo..., a toda persona que quiera disfrutar a lo grande con la música y la canción, que no lo dude, que vaya a un concierto de Elena Bugedo, o que se decida a entrar, cuando se pueda –¡ojalá sea pronto!– a "su jardín de atrás".

Una cosita más como curiosidad –o como cronica de sociedad al más clásico de los estilos–, en el concierto de ayer en la Casa de Vacas del Retiro, en Madrid, participaron el poeta granadino Juan de Loxa y los cantautores Juan Antonio Muriel –malagueño– y Rafa Bocero –cordobés–; y para que conste aquí está la fotografia familiar que nos hizo Laura Rebollo –¡gracias Laura!.

De Izquierda a derecha: Juan Antonio Muriel, Tonona, Fernando Lucini,
Elena Bugedo, Jua
n de Loxa y Rafa Bocero

2 comentarios:

  1. Creo que Elena Bugedo es de lo mejor del panorama musical español. Está retomando su sitio y su vuelo desde que de nuevo toca en solitario. Se basta y se sobra. Un fabuloso concierto, como es ella, una gran mujer.
    Desastroso que hoy en día no triunfe este tipo de música y sí la prefabricada.

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  2. Disfruté Mucho, con momentos llenos de sorpresas. Me llevó a través de la tradición y la vanguardia sin perder la sonrisa y el goce de sentir. Gracias Artista! ... Bss Guapa :)

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