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sábado, 7 de mayo de 2016

CARLOS MONTERO II - "Un susurro de aguardiente y nostalgia que repasa las lejanas geografías de Buenos Aires"

Paralelamente al trabajo creador que analizábamos en el "cuelgue" de ayer, en el que Carlos Montero realizó la reivindicación y la actualización del auténtico folclore rural de Argentina, también se propuso la necesaria recuperación de la esencia de otro género de la música popular argentina de carácter más urbano: el tango; recuperación personalísima y dignificadora que calificó como "Tangos a mi manera", nombre del primer LP, grabado en 1973 por Carlos y dedicado exclusivamente a ese género.

Carlos Montero.
En la contraportada de la carpeta de aquel disco, Carlos escribía:

«Quiero dejar constancia de que el tango es una parte más de la música popular argentina y de que Buenos Aires es otra de las muchas regiones que le dan variedad y riqueza al folclore».

«Por todo esto y a mi manera, quiero rendir un homenaje a aquellos hombres que, alrededor de los años treinta, comprendieron el peligro de la comercialidad y la cursilería que rodeaba al tango».

«Gracias a sus obras, podemos gozar hoy de su autenticidad y también del peculiar lenguaje que aún se mantiene, ¡lo único quizá!, y que les da a los porteños esa particularidad que distingue a los pueblos con propias y entrañables raíces».

Homenaje que en "Tangos a mi manera˝ se traduce en la exaltación de grandes nombres propios como Homero Manzi, Aníbal Troilo, Enrique Santos Discépolo y Mariano Mores, y en piezas hermosamente inolvidables como "Cambalache", "Cafetín de Buenos Aires", "El último organillo", "Malena", "Sur" y "Che bandoneón".



Catorce años más tarde, sin dejar de trabajar como compositor y como arreglista, y de acompañar a la guitarra a muchos de los compañeros citados en el "cuelgue" de ayer, Carlos grabó y publicó una nueva obra, titulada "Y sigo con los tangos... " (1987).

En aquel disco volvió a hacerse presente la obra de Discépolo con temas como "Esta noche me emborracho", "Victoria" y "Yira yira"; y, junto a él, otros grandes creadores argentinos como Homero Expósito, Nicolás Olivari, Homero Manzi o Eladia Blázquez.

Apartir de aquel momento, la presencia discográfica de Carlos, interpretando tangos, fue permanente. Entre sus discos figuran los siguientes:

"Con el tango en el bolsillo" (1989) –en el que incluye, por ejemplo, el tema "Setenta balcones", de Piazzolla y Baldomero Fernández Moreno–, "Perfil de tango" (1990), un segundo disco titulado "Tangos a mi manera" (1990) –ilustrado con un magnífico retrato de Aute– y "Naturalmente, tangos" (2001).


Luis Eduardo Aute, refiriéndose a esa pasión que Carlos Montero siente y sabe transmitir con el tango, y, en general, a su extraordinaria personalidad como músico y como guitarrista, realiza este comentario:

«Me propuse conocer a Carlos, allá por el 68, después de haberlo escuchado tocar la guitarra, acompañando a otro compañero, en un programa de radio. Carlos tocaba, y toca, la guitarra como a mí me hubiera gustado hacerlo, por eso llegué a la urgente necesidad de conocer a aquel extraordinario guitarrista. A partir de aquel encuentro, se inició una amistad que daría como fruto toda una serie de discos, mis primeros discos, que contaban con la imprescindible colaboración de Carlos. Todos los arreglos de aquellas canciones eran arreglos suyos. Eran trabajos de difícil clasificación porque intentaban a toda costa salirse de la norma instrumental de aquellos años. Ahí están, como testimonio de aquel trabajo, discos como 24 canciones breves, "Rito", "Espuma", "Sarcófago" o "Babel"».

«Pero, probablemente, la faceta oculta de Carlos, faceta que me descubrió algún tiempo después (pudores estúpidos del genio...), era la de cantante de folclore argentino y de tangos. [...] Los tangos, en la guitarra y en la voz de Carlos Montero, adquieren una nueva dimensión... Se transforman en canciones intimistas, llenas de matices que apuntan hacia nuevas vibraciones poéticas y musicales, a esa manera de entender la canción. Discépolo, Manzi, Cátulo Castillo, Cadícamo, Expósito, se descubrían, a través de la personalidad de Carlos, como los más grandes entre los grandes de la canción».

Carlos Montero.
«Debo confesar, con toda sinceridad –continúa diciendo Aute–, que gracias a Carlos y sus tangos, abrí los ojos y los oídos a una ‘esencialidad’ de la manera de escribir canciones. Gracias a esos tangos..., a la manera de Carlos, empecé a aprender, y todavía sigo en el empeño, el muy difícil oficio de juntar palabras y acordes musicales con el fin de ser cantados».

Por su parte, Moncho Alpuente, al hablar de Carlos Montero, en 1990, escribió lo siguiente:

«Carlos Montero sabe que el tango anida en los rincones oscuros de bulevares y plazuelas, folclore bastardo que se nutre de sombras, de mujeres fugaces que dejaron su huella en el empedrado. Su guitarra conjura los espíritus del tango y la milonga, al otro lado del Atlántico, y sus espíritus responden porque el viajero es un iniciado en los misterios que destilan las seis cuerdas. Su voz, como un susurro de aguardiente y nostalgia, repasa las lejanas geografías de Buenos Aires. [...]»

«Carlos Montero, contemporáneo y sabio, traspasa las fronteras del tiempo y del espacio con su canción eterna, melodía de arrabal, de todos los arrabales del mundo en los que reina resucitado por su ensalmo S. M. el Tango».

De Carlos Montero debo decir, también, que, en 1990, fue galardonado con el premio Gardel de Oro, otorgado por el Centro Cultural Argentino del Tango, en Buenos Aires, y que ha sido director y presentador, en Radio Nacional de España, del programa titulado "La noche que me quieras".

Finalmente, recordar y recomendar el disco de Carlos titulado "Tangolatría" (2010), obra que tuve el placer de producir e incorporar a la colección "El canto emigrado de América Latina" que diseñé y dirigí para la Sociedad General de Autores, en la que también grabaron Quintín  Cabrera –fue su último disco–, Olga Manzano, Rafael Amor,  Claudina y Alberto Gambino y Gonzalo Reig. Colección que se completó con una recopilatorio de Indio Juan, la reedición –en soporte CD– de la obra "Papá Bolero" de Manuel Picón y un entrañable doble álbum con grabaciones en directo, relizadas en su día, en la mítica Sala Toldería. 



Tras este disco Carlos Montero "amarrao" a su guitarra ha seguido trabajando, ¡como siempre!; entre otras razones porque como dice el título de su último disco "ME GUSTA EL TANGO" (2015); de este disco y de sus aventuras musicales más recientes hablaremos muy próximamente en la WEB ·CANCIÓN CON TODOS", en la que, sin duda, tendrá en justicia un lugar preferente.

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