Hace ya varios días que no le dedico un cuelgue a esas "malditas guerras" a las que tanto odio y desprecio, y creedme, no es ni por cansancio, ni por desesperanza, ni por olvido... ¡no!; ... el armamento, la guerra, y la violencia, en general, son realidades que me duelen permanentemente desde muy dentro, y que, en ocasiones, me sumergen en una muy dolorosa sensación de impotencia. Ahora mismo escribiendo mis pensamientos no puedo contener que se me salten las lágrimas; imposible ante informaciones como esta aparecida ayer en el diario EL PAÍS:
PISTOLAS DE DESTRUCCIÓN MASIVA
Nada es comparable con el potencial destructor de una bomba atómica; pero, cada año, cientos de miles de personas mueren por violencia perpetrada con armas pequeñas, como pistolas, fusiles, metralletas, ametralladoras, lanzagranadas, etc…
La Small Arms Survey, una organización con sede en Ginebra, calcula que en los últimos años la media anual mundial de fallecidos por violencia armada —en conflictos o por crímenes comunes— ha sido superior a las 700.000 personas. En su mayoría, cayeron por fuego de armas pequeñas. En el mundo, circulan unos 870 millones de armas de este tipo, producidas por más de 1.000 empresas establecidas en más de 100 países. Para despertar la atención de la opinión pública, algunos sostienen que estas son verdaderas armas de destrucción masiva.
El sector de las armas pequeñas —cuyas transacciones en el mercado oficial rondan los 7.000 millones de dólares anuales— es naturalmente el terreno privilegiado para los traficantes, por el tamaño de los productos y sus posibilidades de uso. No existen proyecciones fiables sobre cuánto puede valer el mercado negro en ese sector. [...] A menudo, muchas de esas armas vendidas han sido empleadas para perpetrar terribles crímenes de guerra; crímenes ejecutados por niños y jóvenes como estos:
Menos mal, que frente, o junto, a informaciones y realidades como las anteriores la vida te sorprende con momentos y con gestos inesperados como el que seguidamente voy a relatar:
Como creo que ya he contado en "cuelgues" anteriores me encuentro en un proceso de preparación de un "nuevo libro" que me propongo escribir sobre la "canción de autor"; esto me está obligando a recordar y a retomar presencias y creaciones que he venido descubriendo desde que puse en marcha este blog y que necesariamente deben aparecer en el nuevo libro.
Pues bien, una de esas presencias recuperadas, precisamente ayer, fue la del cantautor gallego SAMUEL LEVÍ que en este momento se encuentra perfeccionando sus estudios musicales en la Escuela de Música de Buenos Aires. De repente sentí ganas de hablar con él y me decidí a llamarle a Argentina, charlamos un buen rato y, en el contexto de la conversación, me vino a la memoria una canción "contra la guerra" que él incorporó en su primer disco; canción que voy a recuperar precisamente hoy para manifestarme –junto con Samuel– contra informaciones como las que daba anteriormente sobre las armas.
Menos mal, que frente, o junto, a informaciones y realidades como las anteriores la vida te sorprende con momentos y con gestos inesperados como el que seguidamente voy a relatar:
UN IMPROVISADO Y MUY FELIZ ENCUENTRO
CON EL "CANTAUTOR" SAMUEL LEVÍ
Como creo que ya he contado en "cuelgues" anteriores me encuentro en un proceso de preparación de un "nuevo libro" que me propongo escribir sobre la "canción de autor"; esto me está obligando a recordar y a retomar presencias y creaciones que he venido descubriendo desde que puse en marcha este blog y que necesariamente deben aparecer en el nuevo libro.
Pues bien, una de esas presencias recuperadas, precisamente ayer, fue la del cantautor gallego SAMUEL LEVÍ que en este momento se encuentra perfeccionando sus estudios musicales en la Escuela de Música de Buenos Aires. De repente sentí ganas de hablar con él y me decidí a llamarle a Argentina, charlamos un buen rato y, en el contexto de la conversación, me vino a la memoria una canción "contra la guerra" que él incorporó en su primer disco; canción que voy a recuperar precisamente hoy para manifestarme –junto con Samuel– contra informaciones como las que daba anteriormente sobre las armas.
Samuel Leví. (Foto de Tuky Waingan) |
«Me voy a quedar un rato sin pensar en nada,
porque me está preocupando pensar tanto en ti.
Mi conciencia se atormenta y no me deja vivir.
La caja de Pandora se abre, y mister Hyde sale de mí.
Una vez tuve un sueño,
cuando ponerse de acuerdo no era un acto de fe.
Creí que las personas se hacían personas
cuanta más humanidad derrochaba su piel.
Si las fronteras se borran del mapa, y los intereses dejan de reñir.
Si a cambio de libros y comida, entregas tu fusil.
Si condenas a muerte, a la pena capital.
Si la bondad no es moneda de cambio,
¡Adiós Helms-Burton!, ¡Adiós D’Amato!.
Puede que aquel sueño se haga realidad.
El colonialismo hace tiempo que ha quedado atrás.
La fiebre del petróleo amenaza, con su naturaleza mortal.
Las naciones se desunen, y aviones sobrevuelan Bagdad.
¡Contra la guerra! Siempre habrá otra solución.
¡Contra la guerra! Canto esta canción».
¡¡¡¡MALDITAS GUERRAS!!!!
¡¡¡¡MALDITAS ARMAS!!!!
Samuel es sin duda un gran autor, además de una persona fantástica... doy fe de ambas cosas, jejeje.
ResponderEliminarUn abrazo, Fernando.
Muchas gracias Fernando!!
ResponderEliminarMe ha emocionado poder formar parte de esta gran familia de amigos que se reúnen en tu blog en torno a la canción de autor, y más aún hacerlo para sumarme a ese canto "contra la guerra", en el que tú estás desde hace tanto tiempo, y que secundo totalmente.
Seguimos en contacto. Sabes que me gustan tus planes.
Aquí me tienes.
Un abrazo y feliz fin de semana.
Hola Fernando!!
ResponderEliminarVengo a darte las gracias por tu comentario en mi blog,así me das la oportunidad de conocerte.
He de decirte que estoy en contra de cualquier tipo de arma,nadie tiene el derecho de quitar la vida a otra persona,a parte de todos los "accidentes" que hay causados por ellas,por negligencia,estupidez,dejadez...nunca hay que mostrarle un arma a un niño y menos dejarla a su alcance.
No se ganan las batallas matando,así no gana nadie,al contrario todos pierden.
Por cierto un saludo para Samuel Leví!
Un abrazo y gracias de nuevo Fernando,te enlazo para no perderte en este mar de blogs!!
Perdona Fernando,jaja,ha habido una confusión,yo he tenido una confusión con los comentarios,pero bueno,me ha servido para llegar a ti,un placer conocerte!
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