Una de las cosas que más deseo en mi vida es que llegue un día en que no sienta la necesidad de escribir en este blog –que ya es parte de mi propia identidad– las palabras GUERRA y ARMAS como amenazas y como realidades... Lo deseo con toda mi alma, pero evidentemente ese momento no ha llegado todavía y nos encontramos a las puertas de un nuevo conflicto bélico, o lo que es lo mismo, a las puertas de una nueva situación histórica de violencia, muerte, destrucción y dolor... ¡mucho dolor!
Me estoy refiriendo a la posible intervención militar en Siria de Obama y sus aliados. Intervención frente a la que, ayer mismo, el Papa Francisco I fue absolutamente claro y contundente:
«Nunca más los unos contra los otros; jamás, nunca más… ¡Nunca más la guerra!... Que se acabe el sonido de las armas. La guerra significa siempre el fracaso de la paz, es siempre una derrota para la humanidad».
«La violencia y la guerra sólo conllevan muerte y tienen el lenguaje de la muerte. La guerra no es el camino para la paz».
«Siempre queda la duda de si esta guerra de aquí, o de allí, es de verdad una guerra, o una guerra comercial para vender armas, o para incrementar su comercio ilegal».
«Perdón, diálogo, reconciliación son las palabras de la paz: en la amada nación Siria, en Oriente Medio, en todo el mundo».
Más claro imposible... Me uno a sus palabras y grito una vez más:
Me uno a la paz deseo con toda mi identidad y mi alma que no siga habiendo guerras,ni violencia,ni víctimas ni vencedores ni vencidos ni armas ni violencia ni muertes ni asesinatos solo paz,ternura y latidos y escalofrios de vida.Un abrazo SOLIDARIO a todos los que desean la paz y a ti maestro y amigo lucini solo el amor y la cultura pueden ayudarnos asi que aprovechemoslo y alimentemos cada dia nuestra alma estar vivo es un milagro asi que aprovechemoslo MALDITAS GUERRAS.insumision a las armas y corage MALDITAS GUERRAS.Bendita ternura y bendita paz.
ResponderEliminarAbrazo grande ¡amigo Jordi!.
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