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martes, 19 de julio de 2011

INÉS FONSECA CANTA A ERNESTO CARDENAL. UN ABRAZO DE SENSIBILIDADES

En el "cuelgue" del pasado día 31 de marzo presentaba y hablaba de INÉS FONSECA –nacida y residente en Santander–, que es, sin duda una de las más importantes creadoras de nuestra música popular, y, en concreto, de ese nada fácil arte, o ejercicio creativo, que supone musicalizar y cantar a nuestros grandes poetas.

En aquella ocasión hice referencia detallada de sus principales "joyas discográficas" –disco-libros magnificamente editados y de gran belleza–: "Amanecer" (2000), "Vida" (2002) –creado junto al poeta José Hierro–, "Santander. Música para una ciudad" (2005), "Más allá de este claustro" (2006); "Generación del 27" (2007); "Un ciempiés" (2008) y "Vuelo" (2010), sobre poemas de Miguel Hernández.

Inés Fonseca.

Hoy voy a centrarme sobre otro de sus discos que he tenido la suerte de poder escuchar recientemente y que me ha entusiasmado. Entusiasmo, en primer lugar, porque en él ha musicalizado y ha cantado a ERNESTO CARDENAL –uno de los poetas y de los seres humanos a los que más admiro del planeta–; y entusiasmo, también, porque lo ha hecho, como siempre suele hacerlo Inés: derrochando sensibilidad, captando a la perfección los latidos y el alma del poeta, y cantando "a todo pulmón" –como diría Alejandro Lerner–, es decir, con un apasionamiento desbordante.

Ernesto Cardenal.

ERNESTO CARDENAL, nació en Granada, Nicaragua, en 1925. Se licenció en Filosofía y Letras por la Universidad Nacional Autónoma de México, y en 1948 realizó estudios de Literatura Norteamericana en la Universidad de Columbia de Nueva York. De regreso a Nicaragua, en 1950, desarrolló  una intensa actividad cultural como poeta, escultor y antólogo, y participó activamente en la lucha contra la dictadura de Somoza. En 1965, realizados los estudios correspondientes, decidió ordenarse como sacerdote en Managua, comprometiéndose con toda su alma en la defensa de la libertad de su pueblo y en la proclamación de una auténtica "teología de la liberación"

Ernesto es, ademas un gran poeta. Entre sus obras figuran las siguientes publicaciones: "Epigramas" (1961), "Oración por Marilyn Monroe y otros poemas" (1965),  "El estrecho dudoso" (1966), "Salmos" (1967), "Telescopio en la noche oscura" (1983), "Quetzatcóatl" (1985), "Cántico cósmico" (1989),  "Vida perdida" (2004), "Vuelos de la victoria" (1984) o "Pasajero de tránsito" (2006). Es importante destacar que en 2009 obtuvo el Premio Pablo Neruda, y que en el año 2010 fue elegido miembro de la Academia Mexicana de la Lengua.

Inés Fonseca y Ernesto Cardenal.

El encuentro entre Ernesto Cardenal e Inés Fonseca se produjo inicialmente con motivo de la celebración en la Universidad Veracruzana –en México–, de un homenaje al poeta nicaragüense, organizado por la universidad en colaboración con la "Red Internacional de Escritores por la Tierra", en marzo de 2009. Con ese motivo, el escritor Juan Carlos Ruiz publicó y presentó un libro titulado "Ernesto Cardenal. El triunfo de la palabra", en el que se incluyó un CD con siete canciones de Inés interpretando poemas de Cardenal.

Cartel del homenaje a Ernesto Cardenal, en el que, entre otras personas,
participaron Eduardo Galeano, Pedro Meyer, Silvio Rodríguez.
Federico Mayor Zaragoza,
lo hermanos Mejía Godoy e Inés Fonseca.

En concreto Inés Fonseca musicalizó e interpretó los siguientes poemas-canciones:

Epigramas. Claudia.


«Te doy, Claudia, estos versos, porque tú eres su dueña.
Los he escrito sencillos para que tú los entiendas.
Son para ti solamente, pero si a ti no te interesan,
un día se divulgarán tal vez por toda Hispanoamérica
Y si al amor que los dictó, tú también lo desprecias,
otras soñarán con este amor que no fue para ellas.
Y tal vez verás, Claudia, que estos poemas,
(escritos para conquistarte a ti ) despiertan
en otras parejas enamoradas que los lean
los besos que en ti no despertó el poeta».

• Nuestras relaciones.
«Nuestras relaciones…
Esta simbiosis que somos.
Vos sabés lo que buscaba:
belleza que no se engorde,
amor que no se aburguese.
Por otra parte vos:
querías tener amor con alguien
por lo que fui hecho.
Yo no hice nada para enamorarte.
Todavía chorrean sangre
mis renuncias».

La dulzura de aquellas palabras.
«La dulzura de ciertas palabras como
“nosotros dos”.
Deambulo solitario entre los besos.
De mis soledades vengo
no vuelva a mis soledades.
Sentí que la eternidad 
será estar juntos los dos.
Dios que me quiere como si yo fuera Dios.
Alguna vez yo seré experto en amores
en tu cama, entre las sábanas.
Sexo de Dios».

Ernesto Cardenal.

• Como latas de cerveza vacías.
«Como latas de cerveza vacías y colillas
de cigarrillos apagados, han sido mis días.
Como figuras que pasan por una pantalla de televión
y desaparecen, así ha pasado mi vida.
Como automóviles que pasaban rápidos por las carreteras
con risas de muchachas y músicas de radios…
Y la belleza pasó rápida, como el modelo de los autos
y las canciones de los radios que pasaron de moda.
Y no ha quedado nada de aquellos días, nada,
más que latas vacías y colillas apagadas,
risas en fotos marchitas, boletos rotos,
y el aserrín con que al amanecer barrieron los bares».

• Entras otra vez como música.
«Entras otra vez como música, como luz,
música sin ondas acústicas, luz sin fotones.
Caricia sin el tacto, sólo la pura caricia.
El que inventó el sexo
¿no sabrá amar?».

• Salmo.
«Bienaventurado el hombre que no sigue las consignas del Partido, 
ni asiste a sus mítines,
ni se sienta a la mesa con los gánsters,
ni con los Generales en el Consejo de Guerra.
Bienaventurado el hombre que no espía a su hermano
ni delata a su compañero de colegio
Bienaventurado el hombre que no lee los anuncios comerciales
ni escucha sus radios
ni cree en sus slogans.
Será como un árbol plantado junto a una fuente».

Inés Fonseca. (Fotografía de Carlos Sanz).

Al perderte yo a ti.
«Al perderte yo a ti tú y yo hemos perdido:
yo porque tú eras lo que yo más amaba
y tú porque yo era el que te amaba más.
Pero de nosotros dos tú pierdes más que yo:
porque yo podré amar a otras como te amaba a ti
pero a ti no te amarán como te amaba yo».

Os aseguro que escuchar a Inés Fonseca cantando a Ernesto Cardenal ha sido para mi un acontecimiento sensitivo altísimamente gratificante. Inés es una gran cantante y una magnífica compositora. Os recomiendo que escuchéis y disfrutéis con cualquiera de sus discos.

El disco cantando a Ernesto Cardenal es, de momento, difícil de conseguir, alguna de sus canciones puede escucharse investigando en internet...; de cualquier forma podéis encontraros con ella en www.inesfonseca.com y en "facebook", os lo aseguro, es una mujer extraordinaria.

Por último decir, que en un próximo "cuelgue" hablaremos de otros compositores e interpretes que han musicalizado y cantado a Ernesto Cardenal: Viglietti, Serrat, Martirio y José María Vitier –en su último disco–, Indio Juan, Carlos Mejía Godoy Los Olimareños, el Grupo Aymará, o Lilia Santos...; no son muchos, lo han hecho muy bien, pero puedo decir que ninguno ha superado la obra de Inés Fonseca.

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