NO, NO ES UN CAOS CASERO, NI DESORDEN, NI UNA PRE-MUDANZA, ¡NO!

Es que, como muchos ya conocéis, después de más de 65 años de trabajo musical y pedagógico he tomado la decisión de poner en orden mi memoria y mis archivos, recuperar mis más de 100 libros publicados –algunos totalmente agotados– y, lo que es más importante, transmitir todo esto –memoria, archivos y publicaciones– a una persona joven (he dejado de creer en instituciones públicas y privadas) que ame la música y, en concreto, la "canción de autor"; que le apasione la investigación; que crea radicalmente en la reivindicación "de la memoria contra el olvido"; y con la que, además, pueda tener una relación de amistad y confianza... Creo que así, mi trabajo y mi memoria tendrá continuidad cuando la vida decida que llegó el momento de mi "retirada", cosa que de momento creo que va pa'largo.

Felizmente llevo ya varias semanas trabajando en ese sentido con el musicólogo, investigador, cantautor y amigo GONZALO HORMIGO. Nos venimos reuniendo semanalmente poniendo "patas arriba" armarios y archivos, manteniendo y grabando largas conversaciones, e incluso pensando en algunos proyectos que podríamos compartir próximamente... Bueno, y tomándonos varios cafés y alguna que otra hamburguesa.

Hay algo que he llegado a tener muy claro, a lo largo de los 79 años que ya he vivido: ES EN EL PRESENTE, en el día a día, y en la capacidad de alimentar y promover el "relevo" con tiempo y generosidad, donde la "memoria cultural" tiene continuidad y futuro. En realidad es la mejor y más pacífica forma de apalear y dejar "fuera de juego" al olvido, al que tanto desprecio.